Hoy nuestro último día en Estambul. La idea era estirar un poco las sábanas, pero la noche no fue muy placentera y nos levantamos con el estómago un poco revuelto, o sea, el mal del turista.
Decidimos subir a un bus turístico para intentar pasar la mañana lo mejor posible. Recorremos los lugares más emblemáticos de la ciudad y poco a poco nos vamos encontrando mejor.
A la hora convenida nos vienen a buscar para trasladarnos al aeropuerto y realizar el viaje de regreso a Barcelona.
Valorando estos días, hemos visto que es una ciudad moderna, mucho más cerca de nosotros de lo que habíamos pensado antes de ir.
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